miércoles, 8 de octubre de 2014

Flower Power

_"Es la historia de nuestra vida"_ nos decimos, casi siempre riendo, cuando después de lavar y lavar algo una mancha nos gana la partida. La tarea de rescatar ropa de hace muchísimos años es larga y muchas veces termina siendo imposible, pero no nos rendimos fácilmente. Convertirla en bolsitas de lavanda es la última opción, antes hay que inventar algo, pensar, improvisar, dejar que la inspiración nos llegue.

Por varios días dimos vueltas y vueltas alrededor de dos pequeñas manchas en el frente de una blusa primorosa.  Pensamos varias opciones y ninguna nos conformaba, así que la dejamos descansar hasta que lo resolviéramos. El género es suave y liviano, con unos cuadros en celeste sobre blanco y unas cintas en dorado viejo: decidimos que lo mejor era bordarle algo. _"unas margaritas, algo bien silvestre"_ pensamos, pero no quedaba bien. Entonces volvimos a mirar los colores y el dorado apagado nos llamó la atención. ¿Qué podría ser dorado?... ¡Una abeja por supuesto! Así que siguiendo un pequeño bocetito a lápiz empezamos a bordar la cabeza, un abdomen gordito, las alitas, antenas y hasta un afilado aguijón. Listo! Solucionada una mancha, ahora faltaba la otra. Qué podría ser, más que una flor?





Melibel, la abejita de La Percalina


Cuando las terminamos sentimos emoción, es realmente conmovedor lograr representar algo con dos palmas de hilo y una aguja. Pero no fue sólo por la satisfacción de lo que hicimos sino porque nos dimos cuenta de que el problema de la supervivencia de las abejas está en el aire. Es llamativo que en la Argentina haya tan poca información al respecto, pero en el mundo entero hay una alerta por la masiva desaparición de las abejas, vïctimas de muerte súbita por millones en pocos años.

Dicen que Einstein aseguró que si las abejas desaparecieran a la Humanidad sólo le quedarían cuatro años de vida. Pensemos en todos los frutos que necesitan de la polinización y nos daremos cuenta de lo frágil de nuestra situación. Por supuesto que ha habido también progresos tecnológicos: un fabricante mundial de semillas transgénicas ha inventado una abeja robot que puede hacer el mismo trabajo, pero sin poseer la vida y la belleza de estos increíbles animalitos y, además, solamente podrán usarlos quienes paguen por ello... ¡Imaginen si hubiera que pagar para que un insecto sintético polinize nuestros campos y huertas! ¿Lo pensaron alguna vez?

Es por eso que sentimos que esta abejita, a quien cariñosamente llamamos Melibel, quiso mandarnos un pedido de ayuda. ¿Qué podemos hacer? Ofrezcamos refugio y comida a todas las abejas y todos los insectos polinizadores posibles, especialmente los autóctonos. Para eso plantemos flores, muchas flores, especialmente silvestres. Si no sos buena para las plantas o no sabés cómo empezar, poné en tu terraza una maceta o un recipiente grande con buena tierra y drenaje, regalo de vez en cuando, y vas a ver cómo los pájaros y el viento llevan semillas de plantas silvestres. No las arranques y cuando florezcan, habrás hecho algo por las abejas en peligro de extinción, tan fácil como eso. Este podría ser el verdadero Flower Power del siglo XXI.

Si entendés un poquito de inglés no dejes de ver este video:

http://www.ted.com/talks/marla_spivak_why_bees_are_disappearing?language=es